lunes, 1 de noviembre de 2010

contaminacion del rio bogota

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Si bien el río Bogotá no es el más contaminado del mundo, sí tiene muy altos niveles de sustancias contaminantes y a su paso por la ciudad de Bogotá es un río muerto.
Desde su nacimiento en el municipio de Villapinzón (provincia de Almeidas), el Bogotá recibe la contaminación proveniente de varias curtiembres artesanales que arrojan sus desechos al río. Las autoridades han tomado medidas para sancionar a los responsables de esta contaminación, sin embargo la solución a esta problemática es compleja, pues la aplicación de sanciones generalmente afecta a la población económicamente vulnerable que vive de la industria del cuero.
Los desechos de las curtiembres no sólo afectan el cauce alto del Bogotá, sino su principal afluente el río Tunjuelo debido a que varios artesanos de Villapinzón se han asentado a orillas de este río.
El desarrollo industrial de la provincia de Sabana Central introduce una alta cuota de contaminación en el río que a su paso por Bogotá recibe tres de sus principales afluentes los cuales descargan las aguas residuales provenientes de la ciudad: el río Juan Amarillo, el río Fucha y el río Tunjuelo.
 Entre la desembocadura del Juan Amarillo hasta el Salto del Tequendama, el Bogotá se considera un río muerto pues no posee vida macrobiótica alguna. Son variadas las causas: A la carga de desechos biológicos e industriales aportada por alrededor de ocho millones de habitantes tanto de la capital como de los municipios de la Sabana, en este tramo el río es un típico río de planicie, con un mínimo de velocidad lo que acentúa su septicidad y hace prácticamente imposible la autodepuración para las altísimas cargas orgánicas que recibe. En este tramo las aguas no poseen oxígeno.
En el Salto del Tequendama, el Bogotá abandona la sabana homónima y entra en la provincia cundinamarquesa del Tequendama. La oxigenación que recibe en esta catarata permite que el río recupere parte la vida macrobiótica. Igualmente el Bogotá en su parte baja recibe las aguas de varios ríos más limpios que, junto con un discurrir más rápido, diluyen el nivel de contaminación. El Bogotá aún recibe la carga contaminante de los alcantarillados de los municipios aledaños, pero siendo bajo el desarrollo industrial de los municipios de las provincias del Tequendama y el Alto Magdalena (en contraste con los municipios de Sabana Central y Sabana de Occidente en la cuenca media), su curso es mucho menos contaminado.
Aun así, el Bogotá es la principal fuente de contaminación del Río Magdalena. Entre los contaminantes que lleva su cauce está el Cadmio, Cromo, Mercurio, Zinc, Arsénico y Plomo. El punto máximo de contaminación del río está en sectores de Bogotá donde el nivel de residuos sólidos puede alcanzar un nivel de 400 mg/L[

Esfuerzos para combatir la polución

Desde los años 50 ya se planteaba la necesidad de tratar las aguas residuales. Sin embargo, es sólo hasta la década del 90 del siglo pasado que se toman acciones concretas en este sentido.
El río Bogotá formando el salto del Tequendama.



Planta de Salitre.


En 1994 el distrito capital entrega en concesión la construcción, operación, mantenimiento y transferencia de la primera fase de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Salitre hasta el año 2027 a la multinacional francesa Suez Lyonnaise des Eaux - Degrémont. Esta PTAR se encarga de tratar las aguas residuales de la zona norte de la capital (cuencas del río Juan Amarillo o Salitre, humedales Torca y la Conejera) con una población aproximada de 2.200.000 habitantes y 13815 has de área. Allí las obras de diferenciación de alcantarillado pluvial y residual estaban más adelantadas, por tal razón se define iniciar por la zona norte, que además es una cuenca principalmente doméstica. La planta El Salitre inicio operación en septiembre de 2000, con un tratamiento primario químicamente asistido, una capacidad media de tratamiento de 4 m³/s y remociones de 40% de DBO5 y 60% de sólidos suspendidos totales. Para 2004 el esquema de concesión privada se reversa y el distrito capital aduciendo sobrecostos en la operación, asume la propiedad, dejando en manos de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá la responsabilidad de operar y administrar esta primera fase de la planta de tratamiento.
Plantas en la cuenca alta. Se han construido una serie de plantas de tratamiento de aguas residuales en la cuenca alta del río. Desafortunadamente los municipios que tenían la responsabilidad de operar y mantener estas plantas no lo hicieron por falta de interés y de capacidad. Por eso la Corporación Ambiental Regional (CAR) de Cundinamarca tenia que operar estas plantas, a pesar de que la misma institución está encargada de la regulación ambiental en la misma cuenca.

Proyecto de saneamiento del río Bogotá. Según los planes iniciales planteados en la década del 90, el esquema de tratamiento del río consistiría en la construcción de tres PTAR con tratamiento secundario: PTAR Salitre, PTAR Fucha y PTAR Tunjuelo, que serían asumidas por la misma multinacional francesa en caso de haberse mantenido el planteamiento inicial. Pero a partir del cambio de enfoque en 2004, el actual proyecto de saneamiento del río Bogotá se presenta en lo siguientes términos: Instalación de tratamiento secundario y ampliación a 8m3/s en la PTAR Salitre, desinfección del agua tratada y uso de la misma para riego agrícola en la zona de la Sabana Occidente; adecuación del sistema de alcantarillado en las cuencas de los ríos Fucha, Tunjuelo y Soacha y transferencia de las aguas residuales de estas tres cuencas por medio de un sistema de interceptores y estaciones elevadoras a una gran planta en el sur de la ciudad, llamada PTAR Canoas, con tratamiento primario y una capacidad de 17,8 m³/s.
El proyecto tiene tres fases:
1. Mejorar el tratamiento de aguas negras en pequeños municipios en la cuenca alta.
2. Mejorar la calidad de agua en el área metropolitana de Bogotá mientras la expansión de la planta de Salitre; la intercepción de las aguas negras del resto de la ciudad transferiendolo abajo de Bogotá; y el mejoramiento de la protección contra inundaciones.
3. Construcción de la planta de Canoas (14 m³/s). Dado los costos de la planta de Canoas, está previsto de incrementar los niveles de tratamiento gradualmente.
El costo total de la planta de Canoas se estima a US$1,100 millones, y el costo de la primera fase para el cual el financiamiento ha sido asegurado en 2009 sera de US$363 millones. Se prevé que todas las obras deben estar en operación entre 2021 y 2025.

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